La experiencia “Detrás del Humo y la Motosierra» llega a Maloka
La deforestación, tan a menudo cuantificada en hectáreas perdidas, es mucho más que una estadística. Para capturar la magnitud de esta crisis, necesitamos explorar los innumerables lazos visibles e invisibles que forman el tejido vital de estos ecosistemas.
ESCRITO POR: MALOKA
La exposición itinerante «Detrás del Humo y la Motosierra«, creada por Censat Agua Viva, se embarca en un viaje sensorial y visual que va más allá de las meras cifras. Esta experiencia única se encuentra disponible en Maloka hasta enero de 2024, nos invita a mirar la deforestación desde una perspectiva física y emocional, llevándonos más allá de los datos cuantitativos hacia un entendimiento más profundo de las consecuencias de la degradación ambiental.
La muestra, que ya ha cautivado audiencias en eventos como el Festival Mambe en Caquetá y el Festival de la Tigra en Piedecuesta, busca tocar nuestras emociones y recuerdos, motivándonos a la acción. Presenta un enfoque innovador al integrar diversos lenguajes y experiencias sensoriales para contar la historia de la deforestación en Colombia.
La exposición se divide en cuatro momentos principales: una introducción visual e informativa, seguida por una inmersión en un escenario de deforestación mediante proyecciones audiovisuales, la oportunidad de conocer iniciativas de manejo comunitario de selvas y territorios que se han desarrollado en los departamentos más deforestados, y finalmente la posibilidad de plasmar pensamientos y compromisos en un árbol de propuestas.
Luis Miguel Jaramillo, artista plástico y curador de la muestra, destaca el papel fundamental del arte en la denuncia y transformación social. La exposición busca ir más allá de las pantallas tradicionales, utilizando elementos sensoriales para generar una conexión más profunda con el espectador. La combinación de nuevas tecnologías y lenguajes artísticos busca impactar y movilizar a la sociedad hacia la acción.
Al recorrer «Detrás del Humo y la Motosierra«, experimentamos más que un reflejo del dolor de la deforestación; también encontramos la resistencia y la resiliencia de la vida en medio de la devastación.
Entre el humo y el estruendo de la motosierra, se intenta capturar el llamado de la naturaleza, recordándonos que nuestras selvas y bosques no son meros recursos, sino tesoros que merecen ser cuidados.
