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El trópico y sus desconocidos parásitos

Cualquier persona que ame la naturaleza debe visitar los trópicos y experimentar de primera mano los ecosistemas terrestres más diversos del planeta.

ACTUALIDAD

ESCRITO POR: MALOKA

Cualquier persona que ame la naturaleza debe visitar los trópicos y experimentar de primera mano los ecosistemas terrestres más diversos del planeta. Miles de turistas viajan anualmente para conocer las selvas y bosques lluviosos neotropicales con la intención de ver algunas de las más majestuosas especies de aves, coloridos insectos, ruidosos monos y muchos más atractivos que poseen estos exuberantes lugares. Cientos de estudiantes e investigadores continúan los pasos que Charles Darwin, Alexander von Humboldt, Henry Walter Bates y otros grandes naturalistas empezaron décadas atrás sobre los complejos procesos ecológicos de estos ecosistemas. Los bosques tropicales ocupan aproximadamente el 7 % de la superficie de la Tierra, pero albergan más del 50 % de especies del mundo y hoy, se encuentran en peligro de extinción.

Colombia es un país tropical, esto significa que se ubica geográficamente dentro de la línea ecuatorial y recibe durante todo el año la misma radiación solar, permitiendo así que la mayoría de su territorio tenga temperaturas cálidas y un clima relativamente estable siendo un ecosistema altamente productivo. Sin embargo, muchas comunidades asociadas a los bosques tropicales carecen de saneamiento básico, calidad de agua e infraestructura vial y de vivienda, condiciones socioeconómicas que sumadas a las características bioecológicas del trópico constituyen un ambiente propicio para la proliferación de diferentes enfermedades, sobre todo de origen parasitario, las que en su mayoría han diezmado la vida de millones de personas al año y que curiosamente suelen llamarse enfermedades tropicales.

Enfermedades tropicales

 

Uno de cada siete habitantes del mundo, especialmente niños, padece alguna enfermedad de origen tropical superando así la población europea y teniendo un impacto comparable con el de la malaria y la tuberculosis. La Organización Mundial de la Salud ha dado prioridad a 20 de estas y las considera como enfermedades endémicas en 149 países, uno de ellos Colombia.

Estas 20 enfermedades son producto en su mayoría de cuatro tipos de patógenos: (i) parásitos protozoarios presentes por ejemplo en patologías como Chagas, enfermedad del sueño, leishmaniasis; (ii) bacterias como las presentes en úlcera de Buruli, lepra, tracoma, pian; (iii) gusanos como los que causan teniasis, dracunculosis, equinocosis, distomatosis, filariosis linfática, oncocercosis, gusanos intestinales y (iv) virus como los causantes del dengue, rabia, chikungunya, etc. Los síntomas que causan estos parásitos tropicales son bastante diversos y en su mayoría silenciosos por mucho tiempo, pero todos como de una película de terror. Algunos atacan el cerebro de los bebés, otros generan ceguera por complicadas infecciones, otros dejan a sus huéspedes en cama durante meses y dañan órganos internos y hay quienes causan deformidades que no solo hacen daño en lo físico sino en su vida social y emocional.

A raíz de años y años de padecimiento, la humanidad les ha declarado la guerra y les ha dado sentencia de muerte a seis enfermedades para el año 2020 en un proyecto que inicio desde el 2010. Estas enfermedades son: tracoma, la enfermedad del sueño, la lepra, filariosis linfática, pian y dracunculiasis. Esta última, en 1985 infectó a cerca de 3.5 millones de personas por todo el mundo y en el 2015 se logró llegar a 22 casos únicamente, eliminando así a cerca del 99.99 % de estos parásitos que empiezan su viaje en la vida de una persona mediante el consumo de agua contaminada y después de un año, el parásito, aparece generando dolor, ardor y ampollas, usualmente en las piernas. Pues bien, este gusano lleva un año creciendo satisfactoriamente dentro del huésped y desea salir para reproducirse, así que lo hace a través de las ampollas y una vez que lo hace no queda más remedio que ayudarlo a salir centímetro a centímetro durante semanas hasta casi completar un metro de longitud. Es el huésped quien debe hacer este trabajo sucio, pero necesario para curarse.

¿A quiénes ataca?

 

Los parásitos que causan la mayoría de enfermedades tropicales lamentablemente atacan a las comunidades más vulnerables, aquellas que están aisladas geográficamente y que poseen condiciones insalubres de agua y alcantarillado y que no cuentan con sistemas de salud organizado. La contaminación en el agua es una de los principales medios para que muchos parásitos infecten a la población como es el caso de Colombia, donde cerca de 18 millones de personas están expuestas al consumo de agua contaminada y ni siquiera se cuenta con una infraestructura vial óptima para movilizarse al hospital más cercano. Sin embargo, en su batalla contra estas enfermedades se lanzó un ataque sin precedentes y muchas organizaciones en el campo de la salud a nivel mundial unieron esfuerzos para eliminar estas enfermedades tropicales, que irónicamente son prevenibles y tratables sin llegar a un daño severo en el paciente, así que la industria farmacéutica decidió distribuir los medicamentos necesarios para erradicar seis de estas enfermedades de manera gratuita, una donación que jamás se había hecho. En solo el año 2015, estos medicamentos ayudaron a más de 700 millones de personas y aunque esto no salga en las noticias, refleja que cuando la humanidad trabaja unida puede lograr cosas increíbles. Estamos a la espera que este año se pueda concluir dicho proyecto y las poblaciones más vulnerables de nuestro territorio y del mundo puedan estar libres de enfermedades tropicales, pero continúen disfrutando de los beneficios que ofrece el trópico.

La historia no termina aquí…

 

La investigación en la biología del trópico es absolutamente necesaria, sobre todo si se quiere asegurar un futuro optimista para el ecosistema y las comunidades que lo habitan. Además, aunque se logre erradicar estas seis enfermedades aún quedan otras pendientes, dos de ellas, el dengue y la malaria quizás las más letales, continúan siendo un verdadero problema de salud pública. Por ello, el abordaje de las enfermedades tropicales requiere un esfuerzo conjunto entre grupos científicos, educativos y de desarrollo social, pues estos problemas van más allá de la producción de nuevos fármacos, sino están vinculados a la corrección de problemas inherentes a estos como la pobreza, la contaminación, la precariedad en los sistemas de salud y las condiciones de vida en las que se desenvuelven las comunidades de estas zonas del país. Múltiples factores del paisaje ecológico y social confluyen en torno a estas patologías donde las mismas siguen ocasionando grandes pérdidas humanas, laborales y económicas

Referencias