Puede manifestarse progresivamente alterando todos los niveles de salud: peso corporal, apetito, fatiga, estrés, ansiedad. Cambios de comportamiento, desinterés por sus labores, reacciones negativas con los clientes o en su entorno familiar, olvidos frecuentes, tristeza, agresividad, insomnio, entre otros.

Los especialistas sugieren que desde el interior de las empresas sean revisadas las condiciones de todos los colaboradores para ayudar con tratamientos para el manejo del estrés, la resiliencia, asertividad, y contribuir a mejorar la situación del trabajador, fortaleciendo las dinámicas interpersonales para la construcción de equipos de alto desempeño (Team building) que contribuyan a la motivación y a la actitud positiva sin desmejorar su salud. Retomar actividades de vida social, frecuentar a los amigos o familiares, también ayudará.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció este síndrome como una enfermedad. Fue incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), y se ha detectado en individuos entre los 25 a 49 años que se encuentren activos en el mercado laboral.

Fuente: Cuidateplus / lavanguardia