Los ojos de este gigante miraban hacia adelante como lo hacen los halcones, además sus ojos estaban más separados en su cara que los de la mayoría de los otros dinosaurios, lo que le daba una percepción de profundidad superior para cazar.
Investigadores han confirmado que este animal tenía un rango binocular de 55 grados. Así veía 10 veces mejor que un humano y tres veces mejor que un águila. Veía claro hasta a 6 kilómetros de distancia, frente a la capacidad humana que es solo de 1,6 kilómetros.
El profesor Kent Stevens de la Universidad de Oregón habló sobre el mito que se afirma la incapacidad del T-Rex de ver su espacio más cercano. «En esta posición mejor será su percepción de profundidad y capacidad para distinguir objetos, incluso aquellos que están inmóviles o camuflados», dijo Stevens.
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Fuente: Business insider